sábado, 10 de mayo de 2014

palabra 19

la palabra que Sindel nos propone en esta oportunidad es:

HOGAR


viendo este chiste gráfico de Tute, me vino la idea de tomar la palabra hogar como ese nido maternal en el que empezamos a habitar desde nuestros inicios de vida.
¿qué mejor lugar que la calidez del lecho materno? 
y bueno, a mi madre le dedico esta entrada ya que mañana segundo domingo de mayo celebramos en Uruguay el día de la madre (fecha absolutamente comercial, lo sé, pero sé también que no deja de tener su chispa ya  que las mamis esperan su regalito, su dosis de mimos y la compañía de sus hijos especialmente de aquellos que hace rato despegaron del nido, no solo del de su vientre, sino del hogar donde convivieron y fueron criados con mucho amor), tal es mi caso.

el vientre materno fue mi hogar tibio, la cuna acuosa que en un principio me albergó y luego tras el nacimiento, pasaron a ser sus brazos el cobijo más protector y cálido que recibí.
mi vieja, siempre puso de sí para que la casa no fuera solo eso, un techo y un lugar donde vivir, sino un espacio de regocijo, de cariño y comprensión, de rica comida y buena compañía, ese lugar donde vale la pena estar, ya sea alrededor de la mesa en plena charla o de distensión -refugio necesario e incomparable- porque siempre la palabra afectuosa y sincera estuvo y está presente.

hoy hago los kilómetros que me separan de ese hogar con olor a sopa caliente, a bizcochuelo recién sacado del horno, al perfume de las flores que nunca faltan en los jarrones, para devolverle el abrazo, para agradecerle por cada una de las enseñanzas de vida que me prodigó y que hoy por hoy me sirven como ladrillitos para ir construyendo el hogar con el que yo sueño, mío, propio pero con la fuerza de sus raíces.
hoy voy camino a mi hogar de mis años niños y de adolescente a disfrutar de un lindo día en familia y exclamar al abrir la puerta la frase tan trillada pero verdadera cuando se respira paz y amor (y muy leves peloteras):



de paso aprovecho a desearles a todas las madres:
¡un muy feliz día!


viernes, 2 de mayo de 2014

palabra 18

Sindel nos propone para esta semana la palabra INOCENCIA

algo que si bien perdí, aún conservo.
sé que puede sonar extraño y contradictorio, pero así es.
muy avivada me siento para muchas cosas, no me como el carozo de ningún durazno, suelo ser desconfiada -no sé si por naturaleza o porque a medida que se vive se aprende- pero ¿entonces?
entonces no sé cómo explicarme esos momentos que como ráfagas insospechadas, me llevan a caer de los olivos y darme ese golpe que solo un ser extremadamente inocente podría llevarse.

aquel día que llegó la encomienda, mis piernas temblaron como cañas al viento.
hacía bastante tiempo que había enviado una carta al entonces ladrón de mis sueños y corazón, el actor Robert Pattinson.
admito que las novelas de la Saga Crepúsculo habían alterado un poco mis pocas neuronas y luego de las adaptaciones que de la misma se hicieron para el cine, terminaron con mi cordura.
la cuestión es que aquel paquete era toda una sorpresa, tan bien envuelto, a mi nombre ¿y el remitente? ¡el mismísimo Robert! ... los ojos se me desorbitaron al instante, el corazón con su pum pum tan acelerado terminó por nublar mi coherencia y a saltos de rana endemoniada empecé a gritar como si me hubiera sacado el primer premio de la lotería nacional.



¿resultado? todos mis sudores, gritos de emoción, esperanzas e ilusiones, se fueron desbarrancando a medida que iba abriendo aquel paquete.
pura bola de papel rodeando a más papel para terminar en una pequeña esquela que decía:

¡mirá que sos pelotuda!

bueno, la emoción terminó siendo comida por una rabia que casi me lleva a acogotar a mi hermano -y creánme que soy lo más "amor y paz" que se puede ser ... pero este chico... ¡agrrrrrggg! había dejado más que en evidencia mi santa inocencia.
en fin, ahora, ya no recibo los paquetes con ese fervor febril, sé que Robert Pattinson ne me mandará ninguna encomienda ni nada parecido y cada dos por tres, miro a mi hermano con desconfianza, pues sé bien que le gusta demostrar que puede llegar a ser mucho más suspicaz que su hermana mayor.

frases con latidos